Si acabas de dar a luz, tendrás que seguir algunos procedimientos básicos.
Están pensados para proteger al bebé y garantizar su salud. Estas son algunas de las cosas que debes hacer:
Los recién nacidos no son capaces de regular su propia temperatura corporal.
Los recién nacidos no son capaces de regular su propia temperatura corporal.
Por tanto, corren riesgo de hipertermia. Esto significa que su temperatura corporal puede aumentar hasta niveles peligrosos si se les deja en un ambiente demasiado frío o demasiado caliente.
Deberás asegurarte de que tu bebé se mantiene a una temperatura agradable y evitar exponerle a temperaturas extremas en la medida de lo posible.
No sabemos qué causa la hipertermia en los recién nacidos, pero sí cómo les afecta.
Hay que procurar mantenerlo caliente, pero no demasiado.
La mejor forma de hacerlo es mantenerlo en una incubadora con un termómetro conectado (suele hacerse al nacer). Si no tienes acceso a ese equipo, puedes seguir estos consejos:
- Envuélvelo en una manta o toalla que hayas calentado con agua caliente, pero asegúrate de que no esté demasiado caliente.
- Asegúrate de que tus manos tampoco estén frías cuando toques al bebé, ya que podrías herirle con congelación o algo similar que podría causarle daños permanentes (no te preocupes, porque esto no ocurrirá si todo va según lo previsto).
- No lo expongas directamente a la luz del sol ni lo coloques cerca de ninguna fuente de calor, como estufas, hornos, etc., ya que pueden causarle quemaduras en el cuerpo, lo que le provocaría graves problemas más adelante, como cicatrices, etc.
- Así que no olvides estas cosas importantes a la hora de criarlo 🙂
El cordón umbilical del bebé normalmente se secará y caerá por sí solo.
Normalmente, el cordón umbilical del bebé se seca y se cae por sí solo.
El proceso de secado puede durar entre 3 y 7 días, pero lo más frecuente es que se caiga en 5 días. No tires del cordón ni intentes cortarlo con un cuchillo (podrías provocar una hemorragia).
El bebé debe mantenerse caliente y seco.
Hay que vigilar de cerca la temperatura del bebé, sobre todo si nace en un hospital o centro de maternidad con condiciones ambientales controladas.
La mejor forma de mantener caliente al recién nacido es abrigarlo con mantas, que se cambiarán cuando sea necesario (normalmente cada dos horas).
También puedes utilizar una lámpara de calor o una bolsa de agua caliente si es necesario. Procura que la habitación no esté demasiado caliente; los recién nacidos tienen la piel muy sensible y pueden quemarse con facilidad.
Si decides utilizar una manta eléctrica o una almohadilla eléctrica, asegúrate de que tenga su propio termostato para no sobrecalentar accidentalmente al bebé mientras duerme (esto puede ocurrir rápidamente).
Si es posible, procura no exponerlos directamente a luces brillantes, ya que podrían dañarles los ojos más adelante, cuando se conviertan en adultos mayores, aunque la mayoría de los padres primerizos no piensan en esto hasta mucho más tarde, cuando ya puede ser demasiado tarde.
No le des nada de comer ni de beber hasta que haya recibido la primera dosis de vitamina K (se administra durante la primera revisión en el hospital).
La primera dosis de vitamina K se administra durante la primera revisión en el hospital, o en las 24 horas siguientes al nacimiento.
Esto evitará problemas de hemorragia en su bebé.
Su bebé no debe comer ni beber nada hasta que haya recibido esta primera dosis de vitamina K.
Lávate las manos antes de manipular o dar de comer al recién nacido.
- Lávate las manos con agua y jabón antes de tocar o dar de comer al recién nacido.
- Lávate las manos después de cambiar el pañal.
- Lávate las manos después de dar de comer al bebé, sobre todo antes de tocarle la boca o la cara (esto es especialmente importante para las madres lactantes).
- Cambia con frecuencia la ropa, los juguetes y los pañales para evitar la propagación de gérmenes entre los miembros de la familia.
Debes seguir estos procedimientos si tienes un recién nacido.
Debe seguir estos procedimientos si tiene un recién nacido.
- Sigue las instrucciones de tu médico. No le des nada de comer ni de beber hasta que haya recibido la primera dosis de vitamina K (administrada durante la primera revisión en el hospital). Así evitarás problemas de hemorragias más adelante, sobre todo si se corta.
- Lleva la cuenta de la cantidad de leche de fórmula que utilizas cada día anotándola en un papel e introduciéndola en un tarro junto con otros documentos importantes, como el certificado de nacimiento y la tarjeta de la seguridad social.
- También puedes pedir a otra persona que viva contigo que lo haga por ti, ¡así se asegurará de que no se pierde ni se olvida nada por el camino!
Conclusion
Debes seguir estos procedimientos si tienes un recién nacido.
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