Bañar al recién nacido es importante para mantenerlo limpio y sano. La piel de un recién nacido es muy sensible, por lo que debes tener cuidado al bañarlo.
También debes ser delicado, sobre todo cuando laves el pelo de un recién nacido. El mejor momento para bañar a un recién nacido es después de que haya defecado u orinado, porque así el agua del baño se mantendrá limpia.
Puedes utilizar agua tibia y jabón suave en el cuerpo del bebé.
Evita utilizar productos que contengan alcohol, perfume o colorantes porque pueden irritar su piel.
Sigue estos consejos de la Academia Americana de Pediatría:
Mantener el calor
Mantener el calor es importante para los recién nacidos, que aún no son capaces de regular su propia temperatura corporal.
La mejor forma de mantenerlo caliente es utilizar agua caliente en la bañera y secarlo después con una toalla. Si te preocupa que tu pequeño se enfríe demasiado después del baño, prueba a envolverle en una manta en cuanto se haya secado.
Mantener fresco Mantener fresco al bebé es importante por razones de seguridad. Los bebés tienen la piel muy fina, lo que les hace más susceptibles a los golpes de calor que los adultos.
Si vives en una zona cálida, asegúrate de mantener una temperatura agradable en casa y evita dejar a tu hijo a la luz directa del sol o junto a una ventana abierta mientras duerme.
Utiliza un jabón suave y delicado.
La piel de un recién nacido es muy sensible, y debes tener cuidado de utilizar sólo jabones suaves y delicados.
El jabón puede ser demasiado fuerte para su piel sensible. Se recomienda un jabón sin colorantes ni fragancias, ya que estos ingredientes pueden irritar los ojos y la nariz del bebé.
Deja que el agua corra primero por el cuerpo de tu bebé y, a continuación, utiliza una pequeña cantidad de jabón para lavarlo y aclararlo.
Primero debes dejar que el agua corra por el cuerpo de tu bebé y luego utilizar una pequeña cantidad de jabón para lavarlo y aclararlo.
Para evitar que la piel del bebé se reseque, asegúrate de aclarar todo el jabón sobrante de su cuerpo. Lavar suavemente el pelo del bebé puede ayudar a prevenir la costra láctea (una afección del cuero cabelludo) u otros daños en sus folículos pilosos.
No utilices productos con perfume o colorantes porque algunos bebés pueden ser sensibles a estos ingredientes e irritarse con ellos; tampoco utilices productos que contengan alcohol porque pueden resecar la piel de tu hijo.
Utiliza muchas toallas para secarle suavemente, pero a fondo.
Es importante secar bien al bebé después del baño.
Utiliza muchas toallas y asegúrate de secar cada centímetro de su piel, incluida la espalda y el culito.
Utiliza también una toalla limpia para secar el agua que pueda haber en el suelo de la bañera o el lavabo. Si no lo haces, podrían crecer bacterias en el agua estancada y provocar una infección en la piel o los ojos de tu hijo.
Si utilizas una bañera con capota, asegúrate de que esté bien sujeta a la pared o al suelo para que no vuelque y ahogue a tu hijo.
- Asegúrate de utilizar una bañera con dosel.
- Si no tiene bañera con dosel, asegúrese de que esté bien sujeta a la pared o al suelo para que no vuelque y ahogue al niño.
A un recién nacido hay que bañarlo con menos frecuencia que a un bebé mayor.
La frecuencia del baño de un recién nacido debe basarse en su estado, así como en el clima. Si tu bebé está sano y contento, puedes bañarlo una vez a la semana.
Si tiene la piel seca y el cuero cabelludo escamoso, puede ser necesario bañarlo con más frecuencia, tal vez cada dos días.
En general, sin embargo, los baños menos frecuentes son mejores para la piel del bebé que los frecuentes, porque dan tiempo a que los aceites naturales de su piel se repongan.
Además, el sistema inmunitario de los bebés aún no se ha desarrollado del todo y todavía se están acostumbrando a estar expuestos a otras personas y gérmenes; por lo tanto, una exposición frecuente podría causarles irritación además de cualquier otra cosa que les moleste (como la sequedad).
Conclusion
Bañar a tu recién nacido es una parte importante de su cuidado, pero debes tener cuidado de no excederte.
Bañarlo con demasiada frecuencia puede resecarle la piel y hacerle más susceptible a las infecciones.
Recuerda también que no es necesario bañar a los recién nacidos todos los días: dos o tres veces por semana es suficiente.
Si usted tiene alguna preocupación sobre la salud de su hijo, no tenga miedo de preguntar al médico.
Los pediatras de Town Center Pediatrics estarán encantados de ayudarle con cualquier pregunta o preocupación relacionada con la salud de su hijo.
Si le preocupa la salud de su hijo, no tenga miedo de preguntar al médico. Los pediatras de Town Center Pediatrics estarán encantados de ayudarle.
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