Una boda es un gran acontecimiento, y el proceso de planificación puede resultar abrumador. Hay tantos aspectos a tener en cuenta: presupuesto, invitados, lugar de celebración y catering. Sin embargo, si organizas tu boda con antelación y elaboras un plan eficaz para cada paso del proceso, podrás disfrutar de ese día tan especial sin preocuparte por las situaciones estresantes que puedan surgir por el camino.
Determinación previa del presupuesto
Decidir un presupuesto es el primer paso en la planificación de cualquier boda. Tienes que saber cuánto puedes permitirte y asegurarte de que tienes dinero suficiente para la boda.
Decide cuánto dinero quieres gastar en cada aspecto de la boda: lugar de celebración, comida, música, decoración, etc. Haz una lista de todo lo que hay que pagar: alquiler del lugar de celebración, comida, música, decoración, etc.
Haz una lista de todo lo que hay que pagar: alquiler del lugar de celebración, catering, flores, música (incluidos músicos en directo y DJ), fotografía y vídeo, gastos de transporte, etc., y súmalo todo en una sola cifra (tu “presupuesto”).
Asegúrese de que esta cifra no excede de lo que es realista para sus circunstancias. Si es así, considera la posibilidad de recortar en algún otro aspecto o de pedir ayuda a amigos y familiares para algunas cosas, como los detalles, etc.
Organizar primero el lugar de celebración
Lo primero que debes organizar es el lugar de celebración. El lugar de tu boda es una de las decisiones más importantes que tomarás, así que es esencial acertar. A continuación te damos algunos consejos:
- Elige un lugar que no esté demasiado lejos de tu casa. Tus invitados querrán alojarse cerca y viajar cómodamente de ida y vuelta el día del evento, así que elige un lugar que esté a poca distancia en coche (o incluso a pie). Ten en cuenta también la distancia a la que vive cada invitado; si todos han viajado desde lejos, pueden acabar pasando horas en el tráfico.
- Elige un lugar que pueda acoger al número de invitados que quieres que asistan a tu boda; algunos lugares tienen una capacidad limitada para la disposición de los asientos y, por lo tanto, limitan el número de personas que pueden asistir sin causar problemas de hacinamiento o tener mesas adicionales colocadas en el exterior donde la gente pueda sentarse en sillas (y potencialmente mojarse si llueve).
- Es importante que todo vaya sobre ruedas y sin contratiempos; tenerlo todo organizado de antemano ayudará a garantizar que todo vaya sobre ruedas y sin sorpresas que puedan aumentar los niveles de estrés y frustración.
Hacer la lista de invitados
Lo primero que tendrás que hacer es una lista de todos tus amigos y familiares. Puede parecer una tarea desalentadora, pero una vez hecha, será mucho más fácil organizar el resto de los planes de boda.
El siguiente paso es decidir a quién quieres invitar. Puede que ya tengas a algunas personas en mente, pero si no es así, tómate un tiempo al día para hacer una lluvia de ideas hasta que surjan de forma natural. Lo importante es que esta decisión la tomen los dos miembros de la pareja; no dejes de lado a uno sólo porque le entusiasme menos la planificación que a los demás.
Una vez que hayas decidido quién recibe invitación y quién no (y no te olvides de los padres), llega el momento de otra pregunta importante: ¿cuánto cuesta la fiesta? ¿Hay invitados que no pueden permitirse nada? ¿Algún miembro de la comitiva nupcial necesita que le hagamos regalos porque, de lo contrario, no podrá asistir a nuestro gran día? Estas preguntas son importantes porque si gastamos más de la cuenta en comida o bebida, al final no nos quedará suficiente cuando todo el mundo se vaya a casa después de medianoche…
Elegir una fecha que no esté ya ocupada por otros eventos
Una forma inteligente de organizar una boda es elegir una fecha que no esté ya ocupada por otros acontecimientos. Evitar fechas que ya estén reservadas te ayudará a evitar conflictos y a que todo vaya sobre ruedas durante tu gran día. Por ejemplo, si es 31 de diciembre y quieres casarte, asegúrate de no elegir ese día porque ya hay fiestas de Nochevieja por toda la ciudad.
Lo mismo ocurre con cualquier otra fiesta o acontecimiento especial (por ejemplo, el fin de semana del Memorial Day). Si hay algún tipo de acontecimiento deportivo cerca -aunque sólo sea baloncesto universitario en la tele-, eso podría dificultar la reunión de todos porque todos querrán ver jugar a su equipo favorito en lugar de venir a las 18.00 en punto como prometieron cuando confirmaron su “sí”.
Lo mismo se aplica a los fines de semana en general: evita los sábados y domingos siempre que sea posible, a menos que sea absolutamente necesario, porque la mayoría de la gente tiene obligaciones en esos días (trabajo/escuela), lo que significa menos flexibilidad a la hora de hacer planes con más antelación de lo habitual;
También intenta no programar nada demasiado importante justo después de la fecha de tu boda, ya que la mayoría de la gente necesita algo de tiempo libre después de todos modos, así que ¿por qué no aprovechar esta oportunidad?
Evitar planificar la boda durante los meses más calurosos o más fríos del año
La temporada de bodas es en verano, y deberías planear tu boda durante esta época. El invierno también es una buena época para casarse, así que si quieres evitar los meses más calurosos o fríos del año, plantéate celebrar tu boda el 21 o 22 de diciembre (el solsticio de invierno).
La organización de una boda lleva mucho tiempo, pero con esta guía podrás planificarla de forma inteligente.
Planificar una boda es mucho trabajo. Es importante planificar con inteligencia para no agobiarse y cometer errores en el proceso. Lo primero que debes hacer es crear un presupuesto, que incluya todo lo necesario para el día de la boda: lugar de celebración, lista de invitados, fecha, etcétera.
También tienes que encontrar a alguien que pueda ayudarte con esta tarea: ¿quizá un organizador de eventos o incluso un amigo que haya organizado su propia boda? Después de sentar estas bases (y asegurarte de que son asequibles), es hora de empezar a pensar en el lugar exacto donde se celebrará.
Conclusión
Planificar una boda es un proceso estresante y que requiere mucho tiempo. Pero con esta guía podrás sacar el máximo partido al día de tu boda planificando con inteligencia y evitando los errores más comunes.
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